lunes, 14 de noviembre de 2011

#LVBP Le cortaron la melena a los Leones del Caracas

Valencia.– Jerome Williams fue el pitcher que el José Bernardo Pérez estaba esperando. El grandeliga que los más de 16.000 aficionados fueron a ver. Ese que había reservado su última apertura contra los acérrimos rivales de los Navegantes, y que quería despedirse con una formidable presentación. Ayer todo eso se materializó. 

El derecho, que se llevó consigo el liderato de efectividad de la liga, maniató a la toletería de los Leones del Caracas con la casta de grandeliga que traía. Tiró siete entradas, permitió cuatro imparables y una carrera, ponchó a cuatro y otorgó dos boletos. Esa línea, común en el hábitat de la gran carpa, es una pequeña proeza en esta liga. Y anoche fue suficiente para doblegar a los capitalinos 2-1. 

“Nunca vi este espectáculo en las Grandes Ligas ni este calor de la gente”, confesó emocionado Williams, que le ofrendó a los espectadores 105 pitcheos de calidad. “Sentí una adrenalina increíble. Eso me obligó a fajarme. A querer lanzar mucho más y, por supuesto, a exigirme a fondo”. 

El hawaiano venció a Dylan Owen en un duelo de pitcheo que prometía ser el principal atractivo de la jornada. Ambos controlaron las riendas del juego durante las primeras cinco entradas, que se fueron en blanco. Era un dominio monticular poco común para esta liga, que se quebró en el sexto episodio, cuando Jesús Guzmán trajo a Marwin González desde segunda con un sencillo. 

Pero la noche tenía que ser de Williams. No había otro protagonista posible. Y Jesús Flores, su compañero de batería, le dio el regalo de despedida. Porque en ese mismo episodio, ligó un sencillo que trajo dos carreras inesperadas. Si bien fue un batazo incómodo, el jardinero derecho, Caleb Gindl, devolvió la bola muy duro y la metió en el dugout de la izquierda, permitiendo que Bryan LaHair anotara desde primera. 

“Jerome estuvo extraordinario. Nunca se dejó vencer. Es un excelente pitcher y muy inteligente”, dijo el receptor, que dejó su average en .414. “El trabajo que tuvimos siempre estuvo en la misma página. Fue el mismo pensamiento con todos los bateadores”. 

Semejante actuación resultó abrumadora para un equipo disminuido por lesiones y por un ambiente de decepción, consecuencia de las tres derrotas al hilo que encajaron ayer. Caracas amenazó en el noveno inning con un boleto y un sencillo. Y Carlos García tuvo que llamar a Jean Machí, que, en principio había recibido el día libre. 

“Me dijo que necesitaba mi slider y mi sinker para salir de los bateadores”, contó el cerrador de los Navegantes, que había lanzado el viernes y el sábado. “Me dijo que confiara en mí, que hiciera lo que siempre he sabido hacer, pero con serenidad”. 

José Lobatón pescó un envío de Machí que avivó las esperanzas del Caracas por fracciones de segundo, porque LaHair decapitó la conexión. “Fue un déjà vu por el juego de ayer (sábado)”, lamentó cabizbajo el manager del Caracas, Tim Teufel. “Esto apesta. Es decepcionante, porque todos nos emocionamos cuando estamos a un batazo o una jugada de darle una vuelta a esta situación, pero no lo hacemos. No ejecutamos”. 

Carlos Rivero entregó el último out con un manso rodado al pitcher, y el José Bernardo Pérez estalló en júbilo para darle una efusiva despedida a su héroe. “Esta es una de las cosas que voy a extrañar de este gran país: el amor que sienten por el beisbol”, concluyó Williams, con el brazo alzado en retribución al homenaje de las tribunas. 

(CM) 

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