El partido, que había sido un duelo entre los cuerpos de lanzadores de ambos conjuntos, resaltando la gran actuación del abridor insular Kevin Mulvey, quien sólo toleró dos imparables y Les Walrond a quién sólo le pudieron anotar una rayita, no podía terminar sin un “condimento extra” de esos que hacen al béisbol el deporte menos predecible.
En el noveno capítulo con el juego por la mínima diferencia de 1x0 y con Ronald Belisario en el montículo, la fanaticada brava se sentía esperanzada de poder sacar el resultado, pero no fue así.
Pelotazo de Belisario al primer bateador del episodio, Gregor Blanco, no presagiaba buenos resultados, un mal toque de Eduardo Escobar en intento de sacrifico para que Blanco fuese retirado forzado en la segunda hacía suspirar a los asistentes, ya con un out Oscar Salazar recibió pasaporte a la inicial para que el turno llegara con dos en base al cuarto bate Van Slyke que la terminó rodando por el antesalista Flores quien no la pudo capturar para congestionar las almohadillas, Tiffee la rodó suave por el campocorto y sólo tuvo chance en la primera para que Escobar pusiera la de la igualdad en el marcador, ya con dos outs y hombres en tercera y segunda César Suárez la elevaba al jardín central, para que Colin Cowgill sorpresivamente después de vérsele con la jugada controlada, dejara caer la pelota para que anotaran el emergente Paisano y Van Slyke respectivamente las carreas dos y tres que a la postre le dieron la victoria a los Tiburones.
Enrique González vino en rescate de Kendy Batista quien fue el ganador, y con tres ponches consecutivos en el cierre del noveno,se apuntó su primer juego salvado en la liga venezolana, mientras que Belisario sin haber aceptado ningún inatrapable cargó con la derrota.
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